viernes, 16 de septiembre de 2011

............ Nuevos hábitos.................

Soy una drogadicta. O quizá ahora sea un proyecto de ex-drogadicta. Pero no puedo decir que ya lo sea, pues aún siento el poso de esas sustancias que me he suministrado durante años en el organismo.

Llevo 11 días sin fumar. Y lo quiero hacer público, porque aún me siento débil, y tenerlo aquí escrito creo que me ayudará cuando las ganas de un "último" piti, aprietan.

A mí, es que me gusta fumar. Me gusta, porque asocio el cigarrito a los buenos momentos. Asocio esas caladas profundas al rico aroma de un buen café. A las sobremesas con agradable conversación y chupito de hierbas que se alargan hasta las mil. Asocio el piti al momento post-orgasmo, sobretodo cuando ese momento te asalta bien de madrugada y sales a la terraza a expirar ese humo y no oyes más que el silencio. A mí me encanta fumar. Pero ya me he fumado el penúltimo y el último cigarro de mi vida, porque lo que más me gusta por encima de todo es vivir. Estar y sentirme viva.

Y que paradoja. Siempre me he declarado una firme defensora de la libertad del ser, y sin embargo he estado demasiados años esclavizada a un paquete de tabaco, y a tener otro paquete de reserva aunque tuviera que ir al otro lado de la ciudad a por él, para que nunca me faltara el vicio.

Era consciente de la dependencia que tenía y que todavía tengo, de esa mierda. Todo fumador sincero consigo mismo, es consciente de eso. Yo nunca me engañé, y si no intenté dejarlo antes era porque sospechaba que jamás lo conseguiría, y por puro miedo al fracaso. Y a pesar de ser consciente, no imaginas hasta qué punto estás enganchado, hasta que  consigues estar 48 horas sin fumar. Yo he llegado a darme un poquito de asco por ese motivo. Sentirme minúscula frente a un montón de mierda prensada en un tubito de papel. He llorado de desesperación, porque de repente mi mini-yo se volvía en mi contra, contra mi razón y me retaba a comprar un "último" paquete. Porque he estado dos días mareada, con graves y serios problemas para conciliar el sueño. Con palpitaciones y sudoraciones. Con un mono como el que sufre quien deja de consumir heroína. Me he dado un poco de asco, porque me he reconocido, tal y como empezaba escribiendo en este sitio, como a una drogadicta. Y aún, tras haber pasado por todo eso con toda la dignidad con la que he sido capaz, lo sigo echando de menos.

Es duro. Mentiría si dijera que no lo es. Peeeeeeeero aún así, me resisto. Aunque sea por cabezonería. O por no fallar a quien me repite constantemente que confía en mí y que sabe que lo conseguiré, porque él cree en mí y cree que puedo conseguir lo que me propongo. Y por estar viva muchos años sin problemas respiratorios. Lo conseguiré.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

El pasado siempre vuelve...

Cuanta razón tiene esa frase " Si pudiera volver atrás sabiendo lo que ahora sé"...  Y es que si pudiera volver atrás, no prestaría atención ni a halagos ni a cursiladas varias que en su día hasta me emocionaban. Tampoco me dejaría llevar por los instintos humanos más bajos, o al menos, no contigo.

Y tampoco puedo decir que me arrepienta. No por ti. Tú eres mi vergüenza. Sino porque después de ti, redescubrí un proyectito de mujer muy parecido a la casi mujer que soy ahora mismo, más dura, más fuerte y más valiente de lo que era antes de ti.

Pero esta es la consecuencia de haber derrochado tanto tiempo con alguien como tú. Que a pesar de los años que han pasado, no consientes que decidiera lo que quería para mi vida y lo que no. Y que te sacara de ella al igual que saco la basura a su sitio muy a menudo. Y no es que te esté llamando basura. La basura tiene nombre, y tú en mi memoria ni eso...
Y nunca te deseé nada malo, puedes creerme. La vida misma con su justicia natural se encarga de todo. Solo deseé que te llegara todo lo que mereces, y el tiempo me da la razón a cada paso. Ahí te ves, tras cinco años, sin nada mejor que hacer que criticar a alguien para la que solo eres un error.

Puedes seguir hablando tanto como te apetezca, para que en cada visita alguien me ponga al día de las fantasías que te has montado en esa cabeza, junto con tus ya conocidas enfermizas mentiras, herencia materna. Así es como ocupas tú tu tiempo, mientras yo prefiero ser feliz en mi presente.