miércoles, 20 de abril de 2011

Agradecimientos

Tal y como anticipé en la entrada anterior, hoy tocan los agradecimientos. Aunque al recibir la tarjeta con las notas, solo aparecía mi nombre y mis apellidos, eso no es del todo cierto. Hay más gente detrás de esa nota, y a todos ellos van dedicadas las letras de hoy. Así pues... Preveo un post un tanto largo...

El primero de la lista siempre eres tú. Mi santo. Como ya sabes, así te llamo aquí. Por no alardear de la cantidad de cosas que eres para mí, en un intento de hacer caber al mar en un vaso de agua, o a todas esas cosas en una sola palabra. Gracias. Gracias, porque fuiste tú en primer lugar, siempre en primer lugar, quien creyó en mí y en mi capacidad. Quizá no lo recuerdes, pero fue el pasado Julio, en una terraza frente al mar de Moraira, comiendo la mejor de las paellas que probamos allí, cuando a mi me llenaba y me envolvía la ansiedad de no saber qué hacer con una vida que rozaba los 25 años y que aún siendo propia no la sentía como tal. Aquel día, y recuerdo la mirada que me dirigiste, me dedicaste una frase que aún conservo : " Cyn, tú eres capaz de hacer lo que quieras, siempre lo has hecho. Respira, tómate tu tiempo, y cuando estés segura, adelante ".
Y cuando terminaron las vacaciones y el proyecto de trasladarme casi se tocaba ya con las manos, me ayudaste a elegir universidades adecuadas. Hiciste una de esas listas que tanto te gustan con los pros y contras de cada una. Y juntos elegimos la que nos parecía mejor. A partir de ahí, me preguntabas por cada clase, te interesabas por cómo me sentía, por cómo estaba. Me has ayudado a buscar apuntes en el oráculo de Google. Has desenpolvado tus cajas de estudiante y has encontrado libros del ya descatalogado cou, que me han servido de mucho. Me has estado escuchando hablar  horas y horas sobre los profesores, sobre los compañeros. Te anticipabas a las clases de matemáticas, estudiando tú primero las tutorías, para explicármelas después de esas clases, cuando llegaba a casa tan desmoralizada, tan insegura, tan perdida!!! Me has abrazado como se abraza de verdad, cuando me faltaba tu fuerza. Hemos repasado juntos los días anteriores al gran día. Y ¿ Sabes ? Me emociono al recordar todo lo que has hecho por mí durante este largo invierno. Gracias, mi amor. Por esas llamadas después de cada examen. Por esas palabras de ánimo. Por la vela blanca y mágica que encendiste el último día. Y sobretodo sobretodo sobretodo, por no perder tu confianza en mí y por soportar mis arranques y mis neuras, cuando me estancaba.

¡¡¡ A mi profe particular de matemáticas !!! MJ, así se llama. Es una compañera de trabajo de mi santo, y muy buena amiga suya. MJ, gracias por invertir tanto de tu tiempo en mí. Por los deberes que me mandabas, por las explicaciones de cada ejercicio que se me cruzaba. Por consentir retrasarte en tu propio trabajo, por ayudarme. Por los ánimos que has dado. No tengo voz suficiente para repetir las veces necesarias GRACIAS. Con todo mi corazón.

A uno de mis profesores. El de filosofía, José Gaspar Birlanga. Quien esté o haya estado en la Autónoma de Madrid, sabrá de quien hablo. Sus clases han sido las más entretenidas, y a la vez las más provechosas. Gracias por, a excepción de otros profesores, no tratarnos como a tontos o ilusos. Gracias por las tutorías extra que nos regalaste. Gracias por poner tu correo a nuestra disposición para dudas, o comentarios de los autores. Gracias por explicar tan bien y con tanta gracia. Y aunque ese es tu trabajo, lo sé... También sé que hay maneras y maneras de hacerlo. Y en ti, se percibe la vocación y el amor al trabajo bien hecho.

Gracias a mis compañeros de curso, sobretodo a Mónica, Rebeca, Dani y Elena. Porque con vosotros, esta aventura ha sido mucho más llevadera y hasta incluso, divertida. Por esos cafés en nuestro sitio de la cafetería de Filosofía y letras. Por ese intercambio de apuntes e impresiones. Y sobretodo sobretodo sobretodo, porque ahora mismo, sois lo más parecido a amigos que tengo en mi vida nueva.

¡¡ No puede faltar mami Reyes !! Reyes es la mami de mi santo, mi suegra o algo así. Ella se encargaba de renovarme el plazo de los libros en la biblioteca. Y sacó a sus santos para que me ayudaran en los examenes.

Voy a nombrar a tres personas que conocen este agradecimiento desde el momento uno. Juan, Mari y Cristina. Porque os sentí a los tres en todo momento. Juan, porque te siento a cada paso, y porque siempre has estado ahí, y porque tu fuerza es la que me ha hecho siempre asomar la cabeza desde todos los agujeros en los que me he caído. Y tu fuerza me lleva siempre a subir un peldaño tras otro. A cumplir mis objetivos. Mari, porque era tu día. Justo ese día 2 de Abril era tu día. Y sé que como amas a quienes me rodean ahora mismo, por prolongación, también te toco.  Gracias. Y por último, aunque no menos importante, Cristina. Mi dulce niña Cristina. Siempre conmigo.

GRACIAS.

4 comentarios:

  1. Lo que hay que decir es ¡¡¡ENHORABUENA!!! porque has conseguido lo que querías y te merecias por todo el esfuerzo que has puesto. Y es que 'el santo' no se equivocó: 'Tu puedes conseguir todo lo que te propongas!!!' Un besito.

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  2. Como me gustan los anónimos que me resultan conocidos...

    Gracias, mil veces gracias!!! Otro besito de vuelta!!!

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  3. Que emoción :_)!!!!
    Pasé yo malos ratos donde crei que mi "santa" personal aguantaria hasta el infinito y luego resulto ser que no es oro todo lo que reluce...
    Precioso y muy emotivo, de verdad. Mi mas sincera enhorabuena, toda la que te pueda desear alguien que no te conoce ^^'!
    Cosas tan bonitas, tiernas y sinceras solo hacen mas que reforzar mi idea de que, simplemente he tenido un poco de mala suerte.!

    Un saludito y siento lo del cafe frio de esta mañana, siempre podemos hacer un granizadito =)

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  4. Pake!!! Espero que hayas pasado unas buenas "vacaciones" de Semana Santa.

    Sobre tu santa... Qué decirte! No creo que importe mucho cómo terminan las historias, más bien cómo hicieron que te sintieras tú cuando eras protagonista, y la enseñanza que te han dejado, cuando ya se acabaron.

    Y nada de mala suerte. Para poder apreciar y valorar como se merece la definitiva ( o la que creemos y deseamos que lo sea), debemos tropezar, caer y volvernos a levantar.

    Un granizadito me parece muy bien. El mío, que sea de limón.

    Un abrazo!!!

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